domingo, 12 de julio de 2009

El movimiento sindical ante las nuevas formas de organización del trabajo

Cuando en las sociedades se establece una manera de organizar la producción que es reconocida por los distintos sectores que en ella conviven por sus contribuciones a la generación de riqueza, que se convierte y llega como dividendos a los propietarios, como remuneraciones a los trabajadores, como impuestos al Estado, como calidad y precio a los consumidores, como compras a los proveedores por el encadenamiento productivo, como el proceso de ganar-ganar.

Empresas exitosas y sociedades en crisis.

El déficit de desigualdad en la distribución de los ingresos, han alimentado la tensión entre empresas exitosas y sociedades en crisis. Pero con las organizaciones de los trabajadores se apunta a la creación de una interface entre empresas y sociedades, claro no es la única, ya que los productos y servicios también lo adoptan, así como la circulación de bienes y servicios de la red de los ofertantes. De la producción masiva fordista, que uniformó a los trabajadores descalificando el conocimiento integral de los artesanos, se pasa ahora a las nuevas formas de organización laboral, de la constitución y fortalecimiento de las organizaciones sindicales se derivan los procesos de interlocución entre empresas y trabajadores, que constituyen la plataforma de las relaciones de trabajo. Los resultados se traducen en mejoras de las condiciones laborales y de vida de los empleados.

Las organizaciones interactúan con otras en el acontecer de lo macro y lo sectorial; ya que hay una marcada ausencia o limitada presencia de organizaciones partidistas, a las que corresponde asumir el liderazgo en la búsqueda de soluciones de los problemas globales, por supuesto junto con las organizaciones específicas de los diversos sectores y espacios de la sociedad. Los sindicatos están más acostumbrados a ir a la calle y confrontar con otros sectores sociales, articularmente con gobiernos y poderes públicos en general; la movilización es una de sus armas históricas. Los empresarios hacen uso de sus influencias a través de cabildeos o contactos, del poder del dinero, de la presión ejercida por sus proyectos de inversiones. Los riesgos de la protesta empresarial en discrepancia con las políticas públicas también se hacen mayores con el déficit de ciudadanía y con la debilidad institucional.

Convivencia y exclusión

El éxito de la convivencia social está en dar respuestas a los excluidos. Los excluidos originalmente estaban en la periferia y en el campo, ahora se localizan

en los sitios más visibles y en todas partes1. Si se admite su inevitabilidad, habría

que tener presente que la exclusión no puede alcanzar volúmenes crecientes, reproducida a un ritmo que se torne ingobernable para quienes detenten el poder. Llegar a ser trabajador de determinada compañía o miembro de determinado sindicato se constituye en una aspiración superior. Las organizaciones de los trabajadores han debido acomodarse a los procesos de organización empresarial, sometidas a constantes transformaciones. Esto ha hecho a algunas empresas más competitivas, pasando por fusiones, reducciones, externalizaciones, y otras formas empresariales que en el fondo han expulsado fuerza de trabajo o restringido antiguas conquistas históricas.

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